La farsa se acabó

01/03/2016 16:55

"Si los hombres no esperaran nada, su suerte no seria ya la misma, si los hombres no creyeran en nada, su condición quizá cambiaría: así la esperanza y la fe sólo incrementan sus males, pero hacen felices a sus amos, y los religiosos, a pesar de su santidad, sólo pueden ser los perros guardianes."

"El mundo que habitamos es duro, frío, sombrío, injusto y metódico, sus gobernantes son o imbéciles patéticos o profundos perversos, ninguno está más a la medida de esta época, estamos superados, seamos pequeños o grandes, la legitimidad parece inconcebible y el poder no es más que un poder de hecho, un mal menor al cual nos resignamos. Si se exterminara, de polo a polo, a todas las clases dominantes, nada habría cambiado, el orden instaurado hace cincuenta siglos ni siquiera se turbaría, la marcha a la muerte no se detendría ya un solo día y los rebeldes triunfantes no tendrían más que la opcíon de ser legatarios de las tradiciones caducas y de los imperativos absurdos. La farsa se acabó, la tragedia comienza, el mundo se hará cada vez más duro, más frío, más sombrío y más injusto, y, pese al caos invasor, cada vez más metódico: incluso es la alianza del espíritu de sistema y del desorden lo que considero su carácter menos cuestionable, jamás se verá más disciplina y más absurdidad, más cálculo y más paradojas, en suma, más problemas resueltos, pero resueltos en pura pérdida."

 

Albert Caraco, Breviario del caos